Hace tiempo que la lucha social en Europa se oculta en los medios “por órdenes de arriba”. De modo que no es extraño que la espiral de movilizaciones que culminó el 15 de diciembre en la Huelga General en Bélgica haya merecido apenas una corta reseña en nuestra prensa (comprometida hasta los hígados con el statu quo).
Y Sin embargo esta huelga general ha sido una de las más importantes en la nueva historia obrera belga, constituyendo un auténtico mazazo económico y político al gobierno de derechas de Charles Michel y sus proyectos reaccionarios.
El pasado noviembre con la aguerrida manifestación de 120.000 personas en Bruselas (que dejó un saldo de cien policías heridos) se expresó la determinación de avanzar mediante un proyecto de huelgas escalonadas y rotativas región a región, unificadora de las zonas flamencas y walonas del país, convergente en la huelga del 15 de diciembre.
La plataforma reivindicativa intersindical, clara y concisa, constituye todo un modelo continental:
-Contra el recorte austeritario de 11.000 millones de euros en los próximos cinco años.
-Por el mantenimiento de la actualización automática de salarios acorde con los incrementos del coste de la vida.
-Contra la ampliación de la edad de jubilación (hoy 65) hasta los 67 años.
-Contra cualquier recorte en servicios públicos, transportes y cultura.
Los métodos de lucha, acordes con la voluntad de frenar y revertir la agresión, han incorporado incluso a sectores tradicionalmente de difícil movilización como banca, hostelería y residencias a lo largo de las continuadas jornadas de huelga y paros de noviembre.
Finalmente el 15 el conjunto de la actividad económica ha sido paralizada. La extensión de piquetes de huelga, cortes de carreteras y bloqueo de zonas comerciales y polígonos industriales, se extendió por los cuatro puntos cardinales.
Espacio aéreo cerrado, trenes, tranvías, metros y autobuses en sus cocheras. Ni correos ni recogida de basuras. Hospitales en servicios mínimos y docentes y estudiantes en huelga, las clases trabajadoras han demostrado que son quienes hacen funcionar la economía y que su unidad es su fuerza.
Al mismo tiempo, el mismo día, en España, Toxo y Méndez, acordaban con el Gobierno una ayuda de 426 euros para desempleados de larga duración…pero justito-justito solo por seis meses…hasta que se celebren las municipales. ¡Vergüenza!
Acacio Puig.
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