Por Antea Izquierdo
No es nada nuevo que en tiempos de crisis el sistema capitalista se refuerza manteniendo los roles de género que devuelven a la mujer a cuidar del hogar mientras los hombres tienen que sostener el peso del trabajo remunerado. Hemos visto los brutales recortes en la ley de dependencia, estamos luchando contra la privatización de la educación y la sanidad (puestos de trabajo que en su mayoría ocupan mujeres y que la privatización las deja sin derechos laborales o directamente, sin trabajo) y mientras tanto el retorno al debate sobre nuestros cuerpos, el aborto, algo tan importante como decidir o no ser madre se somete nuevamente a debate.
¿Qué supone que se debata sobre el Aborto?
Lo más reseñable es que se está poniendo en duda la capacidad de las mujeres para decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas, tratándonos como a eternas menores de edad a las que hay que "poner límites".
Pero se ha demostrado históricamente que la legalidad o no del aborto no disminuye la cantidad de abortos realizados, lo que si vemos cuando se ilegaliza es la gran brecha clasista: Las mujeres ricas abortan en cualquier otro país porque pueden pagarse el viaje y las mujeres pobres tienen que someterse a abortos clandestinos en condiciones infrahumanas, dejando en muchos casos su vida en una camilla. Actualmente mueren más de 47.000 mujeres al año en abortos clandestinos.
¿Qué hacer ante esta ofensiva?
El debate que existe ahora en el movimiento feminista es ¿Defender la ley actual o defender nuestro derecho, sin restricciones, a abortar?
La ley actual, contempla que las mujeres solo pueden abortar libremente hasta la semana 14, de la semana 14 a la 21 se podrá abortar por tres supuestos: peligro para la salud de la madre, malformación del feto y violación.
Si no se cumplen los plazos o los supuestos, entramos en "Un delito regulado por el código penal" pudiendo así encarcelar a la mujer y al/la médic@ entre seis meses y seis años.
Visto esto, es nuestro deber defendernos sin restricciones y no aferrarnos a "lo menos malo", la ley actual fue un gran avance, pero no podemos quedarnos ahí queremos tener el control absoluto sobre nuestras vidas.
Necesitamos una buena educación sexual en las escuelas y acceso gratuito a anticonceptivos y a la píldora del día después (la seguridad social ya ha dejado de financiar 10 marcas de píldoras anticonceptivas, impidiendo así el acceso a muchas mujeres).
EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR, ABORTO LEGAL PARA NO MORIR
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