Comunicado de Izquierda Anticapitalista
El tribunal de Estrasburgo acaba de derogar la llamada "Doctrina Parot", una doctrina de "excepción" dentro de la jurisprudencia que consistía en aplicar a los casos de terrorismo la reducción de penas por beneficios, estudios, trabajo, a cada una de las penas individualmente y no al conjunto como se hacía con los demás presos, cuyo objetivo indisimulado era el de castigar y mantener en prisión a los integrantes de ETA, y no su reinserción. Al ser una sentencia vinculante sienta jurisprudencia en los Estados europeos, y por ello el Estado Español se comprometió a acatar. La sentencia debe producir la excarcelación de decenas de presas vascas sin dilación.
Desde Izquierda Anticapitalista queremos saludar como positiva la sentencia, que supone un golpe a las políticas represivas y antidemocráticas que han configurado el ŕegimen del 78. El PSOE y el PP, responsables y artífices del estado de excepción permanente al que se ha sometido al pueblo vasco, quedan seriamente desacreditados: ni Europa aprueba una política que trata de frenar la resolución del conflicto vasco.
Desde nuestra organización siempre hemos defendido la normalización del marco político en Euskal Herria. Creemos que el proceso de paz impulsado por la Izquierda Abertzale responde a los deseos de paz de la mayoría del pueblo vasco. La izquierda de ámbito estatal tiene el deber ético y político de ser valiente, apoyando sin concesiones el proceso de paz.
Por su justicia, la derogación de la "doctrina Parot" abre un escenario donde se pueda culminar el proceso de paz puesto en marcha. Pero se necesitan gestos reales por parte de un Estado como el español que hasta ahora tan sólo se ha dedicado a seguir con su política represiva sobre la izquierda abertzale y el movimiento independentista, en continuidad de su doctrina "todo es ETA". La excarcelación de Otegi, el fin de la persecución político-judicial contra Herrira y los activistas juveniles abertzales son requisitos imprescindibles en este sentido. Por último, pensamos que solo el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las naciones por parte del Estado Español y la UE es, en última instancia, lo único que puede generar un mecanismo democrático capaz de hacer posible la convivencia pacífica entre los pueblos, en un plano de igualdad y cooperación.
16/10/2013
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