“RESTAURAR PATRIMONIO NO PUEDE SER REGALAR DINERO A LA IGLESIA”
Comunicado de Anticapitalistas
Llevamos años asistiendo a la aplicación del llamado “convenio de las goteras”, por el cual la Diputación Provincial contribuye con una cantidad de su presupuesto para la restauración y arreglo de distintos templos católicos de la provincia.
Desde Anticapitalistas queremos dejar claro loas siguientes cuestiones:
1.- Los templos católicos independientemente de la calidad artística de la edificación, de los elementos escultóricos, pictóricos, orfebrería, rejería, ebanistería o cantería que puedan contener, son patrimonio artístico-cultural en tanto en cuanto fueron realizados en épocas históricas anteriores, e incluso en tanto en cuanto que son el reflejo de una mentalidad reflejada en un estilo artístico. Forman parte de la memoria colectiva de las personas y las localidades donde están.
2.- Los templos son propiedad de la Iglesia Católica en su gran mayoría, pero también pertenecen a l@s antepasad@s o personas actuales que han hecho esa edificación y obras. Generalmente el clero no se ponía el buzo para edificar, sino sus fieles y sierv@s.
3.- La Iglesia Católica como entidad o institución propietaria, tiene y debe de tener las mismas obligaciones que cualquier propietari@ de edificios e inmuebles, como es pagar la parte impositiva que le corresponda por cualquier edifico y obra artística que posea, con la prohibición en este caso de que pueda vender o sacar el patrimonio del estado, si es catalogado como tal por las instituciones correspondientes. Sobre todo en el caso de la Iglesia Católica que se ha adueñado de edificios religiosos pertenecientes a los pueblos y ciudades (lo más espectacular es quedarse con la mezquita de Córdoba, a la que ahora llaman solo “catedral” con la confusión y el enfado que generan entre los visitantes y personas). Además, debe de estar obligada la Iglesia Católica a mantener sus edificios en perfecto estado de conservación, habitabilidad y seguridad. Más si cabe, cuando están protegidos urbanística y patrimonialmente.
4.- Si la Iglesia Católica no puede atenderlos, deben de sufrir las sanciones y expropiaciones, si llega el caso, o debe darles en donación a las localidades, o gobiernos central y autonómico que se encargarán como entidades públicas de gestionarlos y adecuarlos para el uso religioso, pero también colectivo y turístico de l@s ciudadan@s. Es preciso acabar con el trato de favor a la Iglesia Católica, respecto a las demás religiones que hay en el estado español.
5.- Debe de adecuarse la legislación española que favorece al catolicismo con el principio de aconfesionalidad que refleja la constitución. Por eso debe denunciarse o no aplicarse unilateralmente el Concordatto de España con El Vaticano. Debe de acabarse el privilegio fiscal por el que l@s ciudadan@s pueden poner una “X”, para dar directamente una parte de sus impuestos (que son para
el bien colectivo de tod@s y cada un@ de l@s españoles/as) a su propia religión. Debe de acabar la compensación presupuestaria de la Hacienda estatal con la Iglesia Católica, que es una financiación encubierta, pero evidente, de parte de sus actividades y propiedades. Debe llegar la aconfesionalidad a los centros educativos, a las ceremonias y actividades civiles, festivas y conmemorativas. Debe de acabarse con la financiación directa que por ejemplo hacen la Diputación, o el Ayuntamiento (en el tejado del Convento de Santa Clara).
Para Anticapitalistas, si la Iglesia Católica, en su atracón de querer registrar todos los edificios religiosos como propios, cuando muchos no lo eran, sin ningún impedimento legal o administrativo, ahora no puede sostenerlos, que se le aplique la ley que se le exige a otr@s propietarios particulares como es la expropiación y sanción por no o conservar y mantener dichas propiedades. Las creencias religiosas, como cualquier tipo de creencias son hechos particulares que solo competen a las personas que las practican.
Burgos, 20 de septiembre 2015
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