Por Acacio Puig (anticapitalista) y Borja Castroviejo, (ecologista.)
El pasado 21 de febrero el nuevo decretazo del Consejo de Ministros autorizó a renovar las licencias de explotación a centrales nucleares “que no hubieran cesado por motivos de seguridad”. En lo que se refiere a Garoña, Rajoy y su gente colocan la pelota en el consejo de administración de Nucleonor – es decir, en manos de los tiburones de Endesa e Iberdrola que podrán presentar solicitudes de renovación de explotación antes del próximo 6 de julio.
Si los tiburones se entienden, la decisión final recaerá en el Consejo de Seguridad Nuclear que, con su vieja afirmación “Garoña es plenamente segura”, ya ilustró la dependencia completa de la ciencia respecto al gran capital y su confianza en que viven en un país en que el poder escapa a la justicia (¡El Prestige!) … Cuando Garoña “vaya mal” bastará con aquello de “errar es humano” para escapar, limpios de polvo y paja.
Completando la carnavalada, el Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de CyL, el señor Silva, aplaude demagógicamente las “posibilidades de conservación de empleo” en la caduca central de Garoña: alegre cinismo de quienes utilizan el reparto de migajas (los puestos de trabajo… tóxicos) para hacer pasable el festín de los comensales (las eléctrico- nucleares).
El desmantelamiento de la central nuclear de Zorita ha servido para demostrar que; a pesar del cierre de Garoña, los puestos de trabajo podrían mantenerse durante más de una década, tiempo suficiente para crear una alternativa de empleo en el entornoacorde con el medio y sin riesgos para la salud.
Concluimos pues:
(a) Cuando un gobierno dicta política mediante el permanente recurso al decreto de fin de semana, se trata de un gobierno que se instala en la dictadura como modelo ajeno a controles sociales y parlamentarios.
(b) Quienes sólo recogen velas ante desastres como el generado por la central de Fukushima, rectifican a la menor oportunidad La central nuclear de Garoña es hermana gemela del reactor 1 de Fukushima. Ambas centrales fueron conectadas a la red en el mismo año (1971) con la misma tecnología (BWM o agua en ebullición) y similar potencia. El principal problema que presenta la central es el de la corrosión, presentando un problema de grietas múltiples en el reactor. Garoña no tiene ninguna importancia dentro del sistema energético nacional, puesto que solamente aportaría un 0,6 % de la potencia instalada. 100 aerogeneradores de última generación pueden sustituir los 466 MW de potencia instalada en la central de Garoña.
(c) El empleo no es el comodín engañabobos. Nuclenor no ha diversificado empleo en décadas de suculenta explotación y su oferta no ha sido otra que nuclear ó nuclear. La “zanahoria” del empleo junto al “palo” de la Ley Mordaza es política de gángsteres. Porque si preocupa “el empleo” a la casta del PP, sólo tienen que empezar por derogar la contra-reforma laboral, losrecortes en pensiones y recuperar el dinero de la ciudadanía que regalaron a la banca para generar empleo público.
(d) La lucha, pues, continúa. En el ámbito nacional, la nueva marcha a Garoña no debe hacerse esperar, subrayando el objetivo del cierre definitivo y el desmantelamiento bajo control social, ecologista y sindical. Y en el ámbito político, no hay otra que romper el juego con esta bajara marcada: Dimisión del gobierno y elecciones generales. Urge derrotar, también en las urnas, a estos títeres corruptos al servicio del capital.
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