Ilustración: Acacio Puig |
Hay que reformar las pensiones
No es verdad que el tema de las pensiones tiene que ver con la crisis. Los poderes políticos y económicos planteaban el tema de las pensiones mucho antes de la crisis actual.
Todas estas reformas, todas, y la que ahora se propone, establecen medidas para disminuir las pensiones. Rebajas sobre rebajas. Cada vez hay más pensionistas, porque la gente vive más años y cada vez hay menos cotizantes porque hay menos población en edad de trabajar. Así que nos dicen que no habrá dinero para pagar las pensiones públicas. Cunde la alarma social.
Las “soluciones” recientes: el factor de sostenibilidad: FEI y FRA
FEI (Factor de Equidad Intergeneracional): Todos los nuevos jubilados verán reducido el importe que cobraran de la pensión por cada año que aumenta la esperanza de vida. FRA (Factor de Revalorización Anual): Afecta a TODOS los jubilados. Se elimina la revalorización por el IPC y se sustituye por una complicada fórmula con muchas variables económicas.(bastante difícil de entender). Con lo que el valor real, la capacidad de compra de la pensión disminuirá cada año.
Pretenden aprobar esta reforma el mes de septiembre. ¿Por qué tanta prisa si, en todo caso, el problema es a medio y largo plazo?
Las trampas de estos argumentos
- ¿Por qué tiene que estar equilibrado el presupuesto de las pensiones cuando para otras partidas no se propone el equilibrio?
- ¿Por qué las pensiones se tienen que pagar sólo con las cotizaciones de los trabajadores.
- ¿Por que no consideran que pueden aumentar los ingresos?
- El número de trabajadores no importa, importa la riqueza que producen.
- Las pensiones no han tenido déficit hasta 2012 y dicho año, además, un déficit bajo.
- ¿Cuánto ha costado el rescate bancario? Las políticas de ajuste están haciendo pagar los problemas que genera el sistema capitalista a los pensionistas y los usuarios de otros servicios sociales.
En resumen, la crisis de las pensiones públicas no es una verdad técnica. Es una construcción política e ideológica. Si se considera el tema en toda su amplitud esta crisis no existe. Con voluntad política y social, la ‘crisis de las pensiones’ puede resolverse sin disminuirlas.
Las pensiones privadas
- Los supuestos “expertos” recomiendan que se contraten pensiones privadas. No sólo pensiones privadas individuales sino pensiones colectivas (de empresa).
- Las pensiones privadas han aumentado rápidamente en los últimos años, pero las entidades financieras se quejan de que no contratamos suficientes pensiones privadas porque ya nos cubren las públicas.
- A las pensiones privadas se les conceden importantes desgravaciones fiscales. Si no hay dinero para las pensiones públicas, ¿por qué se desgravan las pensiones privadas?
- Una proposición económicamente ruinosa: de enorme riesgo, baja rentabilidad, muy caras de gestionar, y favoreciendo a los más ricos. ¿A quien benefician?
- Divide todavía más la sociedad entre ricos, que ahorran mucho, y además se benefician de grandes desgravaciones fiscales, y los pobres que no pueden a hacerlo.
- La ‘alarma’ sobre los problemas del sistema de pensiones está mucho más conectada con los objetivos del capital financiero que con el sistema de pensiones porque las pensiones privadas pueden ser muy favorables al capital financiero y el bienestar o la seguridad de los pensionistas no es el objetivo central de la privatización de las pensiones.
- Los fondos privados de pensiones proporcionan flujos regulares y abundantes de recursos financieros al capital privado para negociar y obtener grandes beneficios con ellos.
- La UE tiene un gran interés en desarrollar estos fondos para potenciar el mercado europeo de grandes capitales
- Las razones profundas y verdaderas de los discursos acerca de ‘la crisis del sistema de pensiones públicas’ es el aumento de los beneficios del capital financiero.
- La disminución de las pensiones públicas aumentará la pobreza entre los pensionistas y la desigualdad entre la población.
- Cada vez más trabajadores con pensiones públicas están condenados a la pobreza. Vivirán muy mal y no podrán tampoco ayudar a sus familias.
- Si no hay recursos para mantener a los pensionistas públicos, ¿de donde salen los recursos para los pensionistas privados? El tema reside en la distribución de la renta, no en el déficit de las pensiones públicas. Si no hay recursos para todos, ¿no es mejor repartirlos de manera más justa en vez de que unos tengan mucho y otros nada?
Las sociedades se construyen luchando por lo que desean. Si queremos pensiones públicas dignas hemos de luchar por ellas. No podemos permitir que se pierdan unos derechos conseguidos con mucho esfuerzo de los trabajadores de generaciones anteriores. Es absolutamente preciso hacerlo ahora.
No aceptar la idea de la crisis de las pensiones. No contratar pensiones privadas.
Son muchas las cosas que se pueden hacer para mantener las pensiones públicas.
Pero inmediatamente hay que detener la reforma propuesta:
Las pensiones no se tocan. No votaremos a quienes toquen las pensiones o lo permitan.
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