Miedo. Como ha quedado más que demostrado a lo largo de la historia de los fascismos occidentales, el miedo es el mecanismo más eficaz para los autoritarismos de la derecha ante la emergencia de la resistencia organizada a sus políticas xenófobas, racistas y homófobas. Esto es precisamente lo que pretenden sembrar en la actual situación.
La madrugada del 18 de Septiembre, en un barrio popular de Atenas, era asesinado selectivamente Pavlos Fyssas, cantante de hip-hop y militante de la coalición de organizaciones de la izquierda anticapitalista griega ANTARSYA.
Este asesinato, a manos de dos cachorros de la organización de corte neonazi Amanecer Dorado, es una acción pensada y tramada políticamente para tratar de asestar un golpe al movimiento juvenil de izquierdas griego. Este movimiento es considerado, por la ultraderecha nacionalista, como un enemigo primordial junto a las jóvenes libertarias y demás sensibilidades políticas que apuestan por cambiar el mundo de base.
Hace poco más de dos meses lamentábamos la muerte de Clèment, joven estudiante universitario francés que tuvo que enfrentarse a los golpes cargados de odio y exclusión por parte de algunos ultras en París. Hoy, nuestros cuerpos y nuestras cabezas no cesan de estremecerse ante el cobarde ataque de Amanecer Dorado en Grecia. Somos conscientes, políticamente, que esta acción no es un hecho puntual, sino que responde a una estrategia de la tensión que los agrupamientos fascistas comienzan a ejercer como forma de acción para quitarse de en medio a toda resistencia antifascista y popular. Desde Izquierda Anticapitalista conocemos bien la praxis de la ultraderecha. En el caso de las universidades e institutos, con el pseudosindicato fascista Respuesta Estudiantil, y en las redes sociales con las “chiquilladas” de las Nuevas Generaciones del PP, que cada día demuestran su carácter antidemocrático y añorante del régimen franquista.
Se han terminado las contemplaciones: hace unos días en Madrid, con el marco de la diada catalana, el agrupamiento “España en marcha” encabezó una agresión no solo contra los presentes en el acto conmemorativo sino contra todo el pueblo trabajador catalán. Desde hoy, ante las tristes noticias que nos llegan desde Grecia, Francia y Europa del este con la persecución de los homosexuales, decidimos transformar la rabia contenida en organización, y por ello, creemos que rechazar las agresiones fascistas es a día de hoy, una necesidad democrática para el 99% de la mayoría social.
Para que no haya nuevos casos como el de Pavlos Fyssas, Clèment, Palomino, Agulló y tantas otras personas más, pasamos a la acción contra el fascismo. Se han terminado las contemplaciones.
Que la tierra te sea leve, compañero. Del Estado español a Grecia: NO PASARÁN.
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