Por Acacio Puig y Oscar J. Domingo*
El 25 de
mayo la candidatura de PODEMOS a las elecciones europeas ofrece un
buen programa en ruptura con las oligarquías políticas
tradicionales y sus servidumbres ante los poderes económicos,
un programa orientado a la conquista de la libertad, la igualdad y la
fraternidad, la recuperación de la soberanía y la modificación
profunda de las reglas que rigen esta economía depredadora de gentes
y planeta. (http://podemos.info/programa/).
Convertir
en realidad ese programa, desarrollarlo, requiere la más amplia
participación social y política capaz de vencer los inmensos
obstáculos que constituyen el blindaje jurídico, político,
cultural, económico-financiero y militar-represivo del sistema
capitalista.
Nos
espera pues, como siempre, una larga marcha, y quien crea lo
contrario, quien piense que la fuerza de la crítica razonada al
modelo explotador bastará y sustituirá a su crítica mediante
la acción y la fuerza , se equivoca.
Pero en
cualquier caso, la imposición del programa de Podemos será
consecuencia del desarrollo de la relación de fuerzas entre las
gentes de abajo y las de arriba, resultado, digámoslo claramente,
del desarrollo de la lucha de clases… Imponer nuestro programa
será costoso y lento.
Sin
embargo, hay algo que solo depende de nuestras voluntades, de la
decisión de lxs cargos electos y de los y las electores de Podemos,
algo que es fundamental en un proyecto de largo alcance; un proyecto,
Podemos, con vocación de fundirse con sectores sociales crecientes,
contribuir a convertir en fuerza colectiva el empoderamiento
individual, poner en valor la soberanía y el ejercicio de la
radicalidad democrática. Y nos referimos al impulso de otras formas
de hacer política, formas capaces de transformar la escisión
entre elegidxs y electorxs, entre democracia representativa y
democracia directa, formas politizadoras y que constituyen un
magnífico acumulador de disidencias en acción.
La
politología alternativa avanzó ese enunciado hace décadas pero más
importante es que “nuevas formas de hacer política”
emergen ya en los mejores momentos de las últimas movilizaciones
sociales desde el 15M y en experiencias punteras, aunque incompletas,
de democracia participativa en América Latina. Y sin embargo, hay
que decir que nuevas formas de hacer política, han sido ajenas
a la práctica de partidos tradicionales hasta el momento
mayoritarios entre la izquierda social, ajenas a las prácticas
del PSOE y ajenas a las de IU. Partidos que sin embargo, han estado
sobrados de tiempo (institucional y social) para ponerlas en marcha,
pero que han ahondado más si cabe en sus prácticas
antidemocráticas, repartos de sillones... contribuyendo al hastío
generalizado y a la irrupción de nuevas gentes con nuevas prácticas
en la cancha política.
Así
que, en lo que nos toca, y en positivo,para contribuir a esa nueva
manera de hacer política en la que se encuadra Podemos, y con el
ánimo de lanzar los debates necesarios, propondríamos:
Las y
los cargos electos por Podemos pueden y deben favorecer la emergencia
del máximo de caras públicas durante su mandato mediante la
rotación de gentes de los primeros puestos de la lista de personas
candidatas. Incluso la obtención de un solo diputado puede dar paso
a los siguientes mediante su dimisión “por imperativos de práctica
política ejemplarizante”. Un grupo de trabajo
institucional (que englobe primeras candidaturas de Podemos electas o
no) que se mantenga plenamente al corriente de debates y tareas en el
seudo parlamento de la UE, puede estar en condiciones de rotar
anualmente en el mismo y al tiempo, someterse al ejercicio del
derecho de revocación razonada por el conjunto de Podemos, es decir;
por los Círculos y la estela de electorxs vinculados a su labor. Que
la política no es una forma de vida no ha de ser una parte de un
discurso, sino una de nuestras señas fundamentales de identidad y
ésto, la rotación de cargos públicos, confiere veracidad y
legitimidad a un proyecto como Podemos.
Los y
las cargos electxs de Podemos pueden y deben acortar al máximo la
distancia con los electores, conscientes de que solxs, en el paraíso
de los lobbys que cercan a cada eurodiputado/a, son simplemente voces
sin poder. Acortar distancias con lxs electorxs supone la creación y
uso de redes de contacto telemático y fundamentalmente, asambleario
con ellxs, mediante una permanente presentación pública de
resultados, alertándoles ante medidas antipopulares proyectadas
desde las instancias europeas y potenciando la consulta democrática
al cuerpo electoral organizado territorialmente para proponer la
contestación a las mismas. Es respondabilidad de lxs electorxs
mantener la presión efectiva sobre sus cargos electxs.
Lxs
cargos electos de Podemos deben renunciar a cualquier estatus
material superior al de la ciudadanía, status con que el poder
amodorra a la clase política. Por eso nuestrxs candidatxs han
firmado ya una limitación de su sueldo en caso de resultar elegidxs.
Esa sobriedad es imprescindible en un modelo que impone austeridad a
los más en beneficio del enriquecimiento de los menos y que dota a
la clase política del privilegiado status de casta que se desliza
hacia toda suerte de corruptelas.
Pero
simultáneamente caben y son necesarias otras formas de hacer
política por lxs electorxs. No basta con votar cuando toca y
retirarse a la vida privada después. El sistema se aprovecha del
agotamiento laboral, la miseria y ansiedad generada por el desempleo
y la pobreza o por las modestísimas pensiones percibidas. El sistema
roba nuestra soberanía robando nuestro tiempo y mercantilizando
nuestro ocio (del pan y circo… al pan y fútbol).
Los
círculos Podemos, como espacios activos de control, propuesta,
iniciativa y acción social y política, necesitan encontrar oxígeno
mediante la incentivación creciente del empoderamiento colectivo. Su
papel como ámbitos de ejercicio de democracia directa puede y debe
desarrollarse al calor de los resultados del 25 de mayo, sean cuales
sean.
De cara
a la sociedad, los Círculos de Podemos deben fortalecer el tejido
social de sus localidades, potenciando los ya existentes y
constribuyendo a abrir la brecha social en la medida de lo posible.
Los
Círculos Podemos, auténticas Asambleas Populares aún en gestación,
deben establecer los puentes entre europarlamentarixs y sociedad
mediante la exigencia permanente de informes y la ruptura del secreto
que se traduce en un día a día de recibir bofetadas sin ver la
manaza que las propina.
Ese
control tendente a imponer los derechos de propuesta y referéndum, y
a institucionalizarlos como ampliación democrática, debe
ganar progresivamente a mayorías sociales con voluntad
transformadora.
Los
Círculos Podemos deben estructurarse como redes democráticas
provinciales y dotarse de una configuración confederal. Encarnando
la base soberana de la candidatura y el nuevo proyecto político
social e institucional que necesitamos, la responsabilidad de los
Círculos es reconfigurar las estructuras internas de Podemos en el
sentido de lograr la máxima transparencia, la máxima participación,
la necesaria autonomía política y financiera y constituirse así,
en el ejemplo de máxima democracia y en reflejo de la sociedad
justa e igualitaria que aspiramos a construir.
Porque
poner en marcha nuevas formas de hacer política tiene un enorme
valor pedagógico, nos diferencia del resto de candidaturas y además
y sobre todo, moviliza a nivel óptimo la energía social necesaria
para avanzar hacia el viejo y siempre nuevo horizonte de CAMBIAR EL
MUNDO DE BASE.
PODEMOS,
y debemos ponernos a ello.
Acacio
Puig, ex-preso politico del franquismo/querellante ante la Justicia
Argentina.
Oscar J.
Domingo, miembro de Podemos-Burgos
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