Recientemente ha venido a Brugos a inaugurar la variante A-11 en Aranda la Ministra de Fomento Ana Pastor.
En sus declaraciones y hechos se ratifica en la desaparición de líneas férreas poco rentables y constata la política que va a hacer RENFE de dividir la compañía, despedir trabajadores/as y privatizar la empresa estatal dejando solo las mercancías.
Desde Izquierda Anticapitalista, rechazamos esta política por muchas razones.
La idea de impulsar el sector ferroviario por motivos medioambientales, económicos y de coste, se rompe, al ser el ferrocarril menos contaminante, impulsador con políticas complementarias de desarrollo local la actividad económica de muchas localidades y al tener mayor capacidad de carga de mercancías y pasajeros, es más barato.
Izquierda Anticapitalista.
La idea de impulsar el sector ferroviario por motivos medioambientales, económicos y de coste, se rompe, al ser el ferrocarril menos contaminante, impulsador con políticas complementarias de desarrollo local la actividad económica de muchas localidades y al tener mayor capacidad de carga de mercancías y pasajeros, es más barato.
Realmente al PSOE y al PP les interesaba seguir desarrollando la red de carreteras provinciales apoyados, y ahora se sabe que hasta financiados a través de una de sus fundaciones, por importantes empresas de la construcción.
Se quita un servicio público esencial para la movilidad de las personas que viven en zonas menos habitadas. Se les obliga a utilizar el transporte terrestre más caro y contaminante. El asunto es más grave cuando ya afecta a estudiantes y personas dependientes que carecen de un transporte regular directo, aunque esto último será momentáneo porque una vez desaparecido el servicio público del ferrocarril, vendrán empresas de autobuses privadas que harán ese servicio subiendo los costes continuamente y así es donde está el negocio. De hecho ya está sucediendo en la zona de Zamora.
Se deja el transporte de viajeros para el AVE que es caro (por mucho que baje el precio y se le promocione), que no llega a todos los lados como hasta la fecha llegaba el ferrocarril y que exige unas obras e infraestructuras claramente prejudiciales con el medioambiente por el tipo de trazado y tecnología que necesitan. De hecho, curiosamente no se apuesta por el ferrocarril de velocidad alta
Se desmantelan líneas que podían ayudar al desarrollo económico de comarcas que están en clara regresión o que pueden estarlo. No entendemos el desmantelamiento del Santander-Mediterráneo como conexión hacia el Valle del Ebro y Europa. O porque interesa propiciar el transporte terrestre como es la línea Madrid-Burgos que va hacia Irán y no se facilita el ferrocarril.
Además propicia que se abra el sector a la iniciativa privada cuando debería ser plenamente público y con criterios sociales y medioambientales unidos al desarrollo económico.
Al final desde Izquierda Anticapitalista nos tememos que una fuente de financiación del estado será el cobro de lo que hasta ahora son autovías y carreteras gratuitas. Hacer tantos kilómetros de carreteras y luego mantenerlos, cuando no hay otras posibilidades de transportes alternativos, hará que se busque la financiación con el cobro a lo que los usan a través de peajes a los turismos y transportes, o a través de los billetes, si se emplea el transporte público.
Eso sería una forma utilizable por ejemplo de hacer rentable la recuperación de la red que circunvala Madrid y que eran autovías de pago, que ha rescatado el estado al arruinarse las empresas que le presionaron para hacerlas y gestionarlas y que ahora tiene que recoger el estado para salvar a esas empresas de la ruina.
Izquierda Anticapitalista.
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