La entrevista publicada por El País a M. Carmena (aspirante a alcaldesa de Madrid) el pasado viernes 5 de julio, me desalienta tanto como desconcierta: “Me siento libre; no tengo ningún vínculo con Podemos ni con otros partidos”.
Pero ¿Quién entronizó como cabeza de lista a Manuela Carmena? ¿La “multitud”?
¿Con quien tiene vínculos entonces? ¿Con la ciudadanía genérica? ¿Con el anhelo filantrópico propio de las gentes de bien? ¿Con…? ¿Es Ahora Madrid un plasma invertebrado? Por lo que dice su vínculo es “con la justicia”.
Pero la justicia aplica leyes que son hijas de la política. De origen político conservador para ser más claros. (Llevamos años de sequía…desde 1939 exactamente) .
La justicia reconsideró criterios de aplicación solo ante el zarandeo de las crecientes movilizaciones anti- desahucios. La justicia obliga a pagar la deuda, asunto que no preocupa a Manuela porque el ayuntamiento dice “tiene dinero para pagar”… ¿y si no lo tiene? (Grecia…¿está tan lejos?). La justicia se refugia en la Ley de Amnistía para perpetuar la impunidad del franquismo. La justicia dispone de una legislación apta para profundizar la contrarreforma laboral y privatizar los servicios públicos…La justicia es también la Ley Mordaza y pronto será herramienta del TTIP.
En última instancia a Manuela Carmena “no le interesa la política sino la gente”… pero la gente externa a mareas, movimientos, asociaciones, sindicatos, partidos…es solo humo que vota cada cuatro años… ¿Volvemos a la fe, la esperanza y la caridad? ¿Esperamos el milagro permanente que destile el éxito…aparentemente sin raíces…y sin futuro?
¿No preocupa este desparpajo naif al Movimiento Anticapitalista que forma parte de las bases de apoyo que estructuran Ahora Madrid? ¿Es el M.A. tan astuto y experto en esquivar que deja hablar por hablar a esta simpática señora mientras afina sus estrategias? ¿O bien “no sabe-no contesta” ante los derrapes de su cabeza de lista municipal?
Lo apunto, entre otras cosas, por aquello de su reiterada adhesión a la Cuarta Internacional, a ciertas señas de identidad y todo lo demás guardado en el congelador de la nevera… Al proyecto rojo, verde y violeta que seguimos considerando imprescindible… cierto que a falta de algo mejor, como siempre ocurre en la lucha de clases.
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