Actividad organizada para éste sábado |
28
de JUNIO EN PLENA RETRO-PROCESIÓN
Por Eduardo Nabal
El
28 de junio nació como un día de lucha en las calles. Las trans,
los maricas de otras razas, las lesbianas sin nombre se enfrentaron a
la policía que hacía pactos clandestinos para "tolerar"
ciertos bares a cambio de beneficios económicos. El problema
fundamental es que ha cambiado más el movimiento (hablando en
general) que el panorama. Es decir, el movimiento LGTBQ no existe en
Burgos pero tampoco existe como tal si lo entendemos como lo
entendieron las trans de Stonewall.
Es posible que todos los
movimientos, hasta los mas acríticos y asimilacionistas sean
necesarios. Hemos cometido dos errores que nos han pasado factura de
diferente manera el pensar o seguir pensando que todo el movimiento
LGTB era de izquierdas y el pensar que todas las izquierdas estaban
en nuestra lucha, por lógica.
Es aquí donde entra el debate eterno
de que estamos atravesados por muchas opresiones distintas, que
incluyen la creciente diferencia entre ricos y pobres pero que
también incluyen una falta de políticas públicas hacia las
sexualidades no normativas que se traduce en el precio nada
desdeñable del exilio o la huida a las grandes capitales, algunos
para siempre otros precisamente ese 28 de Junio que aquí es la
víspera de San Pedro. Alejándonos de las lamentaciones hemos
percibido una juventud más insolente y más preparada que anteriores
generaciones. Bravo por ellos/as. y en ellos debemos delegar nuestras
"armas", si las tenemos. Pero el problema se plantea cuando
la derecha en el poder o el oportunismo socialdemócrata dejan de
considerarnos como gente hacia la que hay que dirigirse más allá
de lo justito o a la que incluso hay que silenciar para no enfadar a
sus colegas de la Iglesia y el amor por el provincianismo mental. La
construcción del otro por parte de una derecha neoliberal en crisis
se materializa en recortes sanitarios, evolucionismo educativo,
oportunismo sin respuesta, vuelta al armario en los trabajos,
populismos de derechas, miedos abstractos, aumento del poder
policial.
A
regañadientes se trata el feminismo y siempre con preferencia por lo
institucional. También se hace todo lo posible por evitar tener que
pensar en tus vecinos LGTB. Se practica la "tolerancia
represiva". Los recortes sociales y sanitarios deberían llamar
la atención de la verdadera izquierda de que lo nuestro es una
cuestión política de primer orden. ¿Porque sino los moros, los
sin techo y los gays o lesbianas que no lo ocultan preocupan tanto a
los neonazis que ahora se disfrazan, también aquí, de partidos
políticos? Porque en su imaginario sigue presente el lastre no solo
del catolicismo obligatorio sino de las ofensas simbólicas como
males menores frente a los grandes problemas sociales. Pero el pensar
que los grandes problemas sociales no se agudizan en el caso de la
gente que tiene que pagar un plus por consumición es ingenuo. Yo
tengo fe en las nuevas fuerzas políticas, en la gente que han
crecido con mayores oportunidades de darse cuenta de que lo que dice
el cura, el maestro, el empresario, el psiquiatra o el alcalde, no es
ni siquiera medio verdad. De un tiempo a esta parte se han ido
articulando experiencias mejores entre distintos grupos sociales
hacia una mayor visibilidad en partidos y sindicatos. El acceso a la
subjetividad en una ciudad como ésta sigue siendo complicado pero
tampoco Burgos ha sido una excepción en las luchas nuevas en la
calle contra la estafa de la derechona corrupta. Tampoco han dejado
de llegar los ecos de los cambios y nuevas visiones sobre el género,
la raza o las sexualidades como motores sociales que funcionan en uno
y otro sentido dependiendo del espacio geopolítico.. En el estado
español de la represión y criminalización de los movimientos
sociales y del crimen organizado de los gobernantes poco les importa
que estos recortes e involuciones atenten contra estructuras todavía
frágiles de lucha auténtica, ruptura de moldes, búsqueda de
visibilidad y un tipo de justicia social que se base, de una vez por
todas, en la subjetividad y la autodeterminación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario