Comunicado unitario:
14 de abril: ¡Por una República de
los pueblos y las trabajadoras!
Un año más salimos a las calles para
reivindicar la forma de estado republicana como la única forma
democrática de gestionar la sociedad. Además queremos hacer un
especial recuerdo de las más de 100,000 personas de izquierdas que
todavía se hallan enterradas en las cunetas de toda la geografía;
personas que fueron asesinadas en la larga noche del fascismo por
querer mejorar las vidas de la clase trabajadora. Los montes de
Estepar, donde aunque tardiamente y gracias al trabajo social y
político de las organizaciones y personas voluntarias se han
comenzado a realizar exhumaciones, es un reflejo claro de la
ignominia que supone que los verdugos aún hoy gozen de
reconocimiento y honores, y sus víctimas yazcan en el olvido.
85 años después, tras una larga
dictadura fascista y su heredero régimen del 78, los anhelos por
volver a hondear la tricolor simbolizando la justicia social, la
democracia y el fin del régimen actual, son cada vez mayores. Por
eso estamos hoy aquí, para recordar lo que supusieron los progresos
y las grandezas de la II República, y para trasladar esa experiencia
a nuestras demandas actuales. En un momento histórico donde miles de
jóvenes se ven forzados al exilio, o donde millones de trabajadoras
siguen trabajando más que los hombres y ganando menos, o donde
muchísimas sufrimos despidos en empresas con beneficios, o donde la
represión y la falta de derechos democráticos básicos llegan a
niveles verdaderamente autoritarios y dictatoriales, nosotras y
nosotros, decimos: ¡no al régimen del 78, no al bipartidismo que se
turna en destrozar nuestras vidas y no a su cabeza visible, la
monarquía!
Creemos necesario una república
social, democrática y de y para los sectores populares. Una
república en la que no se desahucie, una república donde las y los
trabajadores sean dueños a través de cauces democráticos de su
trabajo, una república donde la mujer pueda romper las cadenas que
la atan, una república donde el desarrollo humano no sea
incompatible con la sostenibilidad medioambiental y ecológica, una
república que apueste por el derecho de autodeterminación como una
prioridad, para que todos los pueblos que la componen puedan decidir
libremente su futuro.
Pero nuestra elección no consiste en
sustitutir a un rey por un presidente republicano, sino en levantar
mediante la movilización popular un programa político de ruptura
con el actual Régimen del 78 que supere a los partidos que se han
turnado en destrozar las vidas y las condiciones de vida de la clase
trabajadora. El monarca actual es la cabeza y el estandarte del
capitalismo español,ha sido designado de manera antidemocrática y
su padre fue el sucesor del dictador Franco, que consiguió dejar
todo “atado y bien atado”, es decir; dieron a luz la actual
democracia burguesa que tenía como principal misión mantener en el
nuevo contexto político la propiedad y los beneficios de la
burguesía española. Como vemos el papel de la monarquía nunca ha
sido neutral.
Esta monarquía, además , supone la
punta de lanza de la ligazón del estado español con las estructuras
políticas imperialistas europeas; las mismas megaestructuras que
firmaron hace unas semanas un acuerdo con Turquía que supone de
facto el pago a un país dictatorial para que actue de gendarme de la
vieja Europa y niegue la salvación a millones de personas que huyen
del conflicto sirio. Miles de ellas han muerto ya asesinadas por las
balas turcas o en peligrosas travesias en busca de la supervivencia.
Como republicanos y republicanas, exigimos a los gobiernos europeos
el libre tránsito para las y los refugiados y un importante esfuerzo
social y económico que facilite la acogida en los países europeos.
Nuestras últimas palabras son para las personas refugiadas, para que
lleguen a sus oídos y les insuflen fuerzas. ¡No estais solas!
En Burgos, un año más, gritemos bien
alto y fuerte: ¡Viva la República de los pueblos y las
trabajadoras!
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