Las mujeres y hombres de Anticapitalistas queremos hacer en éste homenaje republicano un especial hincapié sobre la larga lucha de la mujer. Una lucha con raíces y con futuro.
Con
mucho futuro, porque la cascada de duros recortes que los gobiernos
del sistema imponen a la clase trabajadora nos golpean a nosotras,
las mujeres, con especial brutalidad.
Una
lucha con raíces porque se remonta a la exigencia de derechos
sociales, civiles y políticos de la mujer desde el siglo XVIII.
Mucho
más tarde, en la II República, las rojas, mediante su incorporación
a las milicias antifascistas, a la revolución y a la guerra,
defendieron la libertad, la igualdad y la solidaridad entre los
pueblos y entre las mujeres que lucharon por su libertad.
Durante la dictadura, la incorporación femenina a todas las formas de resistencia contribuyó a escribir una historia diferente a la que cuenta la versión oficial.
Durante la dictadura, la incorporación femenina a todas las formas de resistencia contribuyó a escribir una historia diferente a la que cuenta la versión oficial.
Las
mujeres de Anticapitalistas nos sentimos herederas de este linaje
que, desde finales de los años 60 cruza tantas corrientes de lucha
feminista y por la revolución social y de esas mujeres que por estos
ideales fueron encerradas, torturadas y asesinadas.
Pero
somos mujeres de nuestro tiempo; el tiempo de la defensa del sector
público y de la gente afectada por las hipotecas. El tiempo de la
lucha contra la corrupción y la evasión fiscal. El tiempo del
rechazo a las viejas oligarquías políticas y de la construcción de
alternativas. Y, como siempre, el tiempo de la defensa integral de
nuestros derechos como mujeres.
Somos
luchadoras: trabajadoras, paradas, precarias y estudiantes las que
saludamos hoy a quienes nos precedieron en la lucha y a las que
vendrán después.
Ojala
no fuese necesario este homenaje para honrar la memoria de las
mujeres y hoy viviésemos en un mundo de igualdad. Por desgracia aun
queda mucho camino. Hoy, el gobierno nos estrangula con unas reformas
que nos afectan especialmente y dicen hacerlo “obligados por los
mercados y porque es el camino a un futuro mejor”.
La
verdad es otra:
- Las enormes ayudas a las grandes empresas y a la banca son un derroche de dinero público que beneficia a unos pocos.
- Los recortes en educación, sanidad, y servicios sociales recaen sobre las mujeres, concentradas en esta labor profesional.
- El trabajo informal, paro y precariedad, tan propios de nuestra marginalidad laboral que, junto con el endurecimiento de las condiciones de cotización, nos condenan a una vejez sin futuro.
Los
ataques se producen en todos los frentes de nuestra existencia. Los
recortes nos obligan a volver a nuestra histórica tarea de cuidados
y educación y olvidan a las más desamparadas, las víctimas de
violencia de género.
Sin
asistencia pública a la dependencia, guarderías, centros de
acogida… todo vuelve a casa y nos toca a nosotras.
Además,
sobre nuestras cabezas sobrevuela como siempre una ley del aborto que
pesa sobre cualquier mujer en edad fértil, negando su autonomía y
capacidad de decisión.
Por
todo esto necesitamos más debate, más movilizaciones, y más acción
conjunta. Necesitamos más feminismo transversal, anticapitalista y
antipatriarcal.
Compañeros
y compañeras, en éste día en que recordamos la lucha republicana,
antifascista y antipatriarcal de las mujeres que nos preecedieron,
debemos reconocer en los valores republicanos los que nos ayudarán a
construir una sociedad de hombres y mujeres libres.
¡viva
el 14 de abril!
¡viva
la república de las trabajadoras y los trabajadores!
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