Para entender el presente hay que echar la vista atrás. Más de 5 años del crack financiero, imposición de la austeridad como forma de gobernar los pueblos de la periferia de Europa, reestructuración capitalista mediante conversión de deuda privada a pública, crisis humanitaria con éxodos masivos hacia Centroeuropa, oleadas de privatizaciones a lo largo y ancho del continente, vulneración de los derechos básicos de pueblos como el griego por parte de "instituciones" antidemocráticas como la Troika. Decirlo cuesta poco, sufrirlo es otra historia.
La coyuntura europea actual es de profunda inestabilidad para las clases populares y de asentamiento de un modelo neoliberal con aspecto novedoso para las élites. Es por ello que desde los movimientos y la izquierda política tenemos que evitar que el árbol no deje vernos el bosque: Europa, más bien la unión política y monetaria europea, está se encuentra en crisis, y las crisis además de ser instrumentos, también son oportunidades. Instrumentos para el gobierno, para generar incertidumbre, para expoliar soberanía o para empobrecer a los que no nunca han tenido nada, y oportunidades para construir una Europa a dispuesta a fracturar la convivencia entre iguales (Refugees Welcome), donde el mercado no necesite de mediaciones institucionales (TTIP) y donde, por supuesto, la soberanía popular sea vulnerada ante el miedo de unos y el chantaje de otros (Grecia dice Oxi!).
Los Cameron, Merkel, Draghi o Rajoy contrastan con millones de ciudadanas y ciudadanos que, golpeados por los efectos de la crisis financiera, política, humanitaria y social, quedan excluidos del proyecto internacional que pretenden implantar las élites europeas, un plan donde sostener el 'euro' es sinónimo de recuperación económica de los mismos que han estafado a las clases populares desde 2008. "Ningún sacrificio por el euro" es un consigna que se puede materializar en un programa político de combate contra la austeridad y como artefacto democrático, pero nunca como excusa para justificar un cambio de rumbo (Tsipras) con una mayoría social respaldando el 'no' a Merkel.
Vivimos momentos de rupturas, de reconstrucciones, de imaginar procesos constituyentes de transformación en sentido político y social; momentos donde las fronteras se deben asaltar, donde los conflictos barriales deben redimensionarse, donde la lucha de las trabajadoras y trabajadores tienen que coordinarse a escala europea para salir de la crisis conquistando derechos. Por ello, desde Anticapitalistas sabemos que la movilización es funcional a un proyecto de Europa solidaria, cómplice de las de abajo y democrática, teniendo la primera oportunidad del 1 al 17 de octubre con las Euromarchas 2015.
Porque nos lo deben todo.
Salgamos de la crisis conquistando derechos.
Ante la austeridad y la Europa fortaleza: #ResetEurope
Salgamos de la crisis conquistando derechos.
Ante la austeridad y la Europa fortaleza: #ResetEurope
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