Comunicado de Izquierda Anticapitalista
La decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite los recursos presentados por el gobierno contra la ley de consultas del Parlament y el decreto, firmado por el president de la Generalitat, de convocatoria de una consulta no vinculante el próximo 9 de noviembre, abre una nueva etapa en el proceso democrático-soberanista catalán. No solo se paraliza la consulta sino también “las restantes actuaciones de preparación para la convocatoria de dicha consulta o vinculadas a ella”, tratando de cortocircuitar desesperadamente la posibilidad de la ciudadanía catalana de expresarse en las urnas, situando en la ilegalidad a una mayoría social y política en Cataluña.
Los recursos del gobierno, resumidos en el discurso de Rajoy, siguen siendo los de siempre: que “la consulta que se pretende llevar a cabo, ni por su objeto, ni por el procedimiento seguido, es compatible con la Constitución española” (¿seguro?: ¿por qué no aceptaron aplicar, por ejemplo, el artículo 150.2 que habría permitido transferir la competencia de convocar referéndum no vinculante a la Generalitat?); que “la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto y una parte de él no puede tomar decisiones sobre lo que afecta a todos” (¿por qué, entonces, en Escocia sí han podido votar únicamente los y las escoceses si se separaban o no del Reino Unido y no el conjunto de la ciudadanía de ese Estado?); que, en fin, ya en plan catastrofista, “esta consulta de autodeterminación (…) va en contra de la Ley, desborda la democracia, divide a los catalanes, los aleja de Europa y del resto de España, y perjudica gravemente a su bienestar” (¿no será, más bien, el Estado español el que se aleja de esa “Europa” que no ha dicho nada en contra del referéndum escocés y, en cambio, asiste preocupada a la inestabilidad política que puede provocar al “choque de trenes” que se anuncia?) .