Una verdadera operación de intimidación contra las movilizaciones por la retirada de la ley del trabajo
Con ocasión de las manifestaciones juveniles contra la ley del trabajo o ley El-Khomri, la policía cargó numerosas veces, muchos manifestantes recibieron golpes violentos, fueron gaseados y algunos se quedaron en el suelo bastante tiempo a pesar de los primeros auxilios. Ayer jueves 24 de marzo, un estudiante de Besançon, militante de Sud Estudiantes, fue violentamente abordado por 3 policías sin brazaletes. Una delegación acudió a pedir información a la comisaría y fueron gaseados, golpeados y dos de ellos fueron detenidos, entre ellos el secretario general del departamento de CGT, quienes no fueron liberados hasta medianoche.
Estos episodios indignantes no están aislados y aparece claramente la voluntad del gobierno por reprimir con violencia la contestación social. Desde Rennes, Metz a Lion o París, los manifestantes han sido testigos de escenas de violencia policial (a veces filmadas con teléfono móvil).
El gobierno Hollande-Valls, que se sabe totalmente desacreditado, y que es consciente de que su proyecto de ley del trabajo es masivamente rechazado, desvela una vez más su verdadero rostro de estado de excepción: criminalizar la actividad militante y toda respuesta social. El NPA 21 denuncia la represión y las provocaciones policiales. Exigimos poder manifestarnos sin ser intimidados, exigimos que cese cualquier persecución.
Ninguna intimidación evitará que las y los que no tienen más que defender su futuro, su condición de vida y trabajo reaccionen. El NPA llama a l@s jóvenes y al conjunto de las y los trabajador@s a participar masivamente en la manifestación del 31 de marzo. Las manifestaciones y huelgas deben multiplicarse y durar hasta que el gobierno arroje su proyecto de ley a la basura.
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