viernes, 4 de marzo de 2016

Burgos: Manifestación del 8 de marzo. ¡Rebeldes en los tajos, las casas y las plazas!

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora nace de la situación de explotación laboral, del abuso, de la situación de precariedad de unas mujeres valientes que, allá por el año 1911, se plantaron para decir ¡BASTA! y sufrieron la respuesta de un capitalismo salvaje, de un empre-sario que las encerró en la fábrica de Nueva York para que «no crearan desordenes», prendiendo fuego a la fábrica y asesinando a 146 jóvenes trabajadoras.

¿Cómo conmemorar el 8 de marzo? ¿Cómo decirnos a nosotras y transmitir al mundo el significado del 8 de marzo? ¿Cómo dignificar la heroica gesta de las mujeres que a lo largo de la historia lo han dado todo, incluso su vida, por reivindicar condiciones más justas, más igualitarias, más compatibles con la vida, en el ámbito social, laboral y familiar?

¿Cómo combatir este sistema capitalista, homófobo, heteropatriarcal y autoritario que mantiene a las mujeres en condiciones de desigualdad, con una doble discriminación, como mujeres y como trabajadoras?

Sin la igualdad de derechos de las mujeres, la humanidad es más injusta e incompleta.
Sin la mitad del talento, la humanidad está perdida.
Sin el trabajo de las mujeres en todas las culturas, en la casa, en los campos, en las fabricas, en las escuelas, en los hospitales, en las artes y en la ciencia la pervivencia de la humanidad es insostenible, aquí, ahora y a lo largo de la historia.

Solo la lucha de las mujeres nos ha puesto en la historia y nos permite hoy adquirir la mayoría de edad al tiempo que nuestros compañeros varones. Podemos ser propietarias, acceder al em-pleo, decidir sobre nuestro estado civil, sobre nuestra maternidad, sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad. Disfrutamos de la libertad de movimientos e incluso del reconocimiento como seres humanos completos.

Pero aún hoy, después de tanto progreso, de tanta lucha y esfuerzo… ¡¡nos matan por ser mujeres!!, nos violan, nos pagan menos y nos pegan más. En nombre de la tradición o invocando ideas religiosas, nos encierran, nos mutilan, acallan nuestra voz. Nos dictan cómo comportarnos, qué decir, qué hacer y cómo hacerlo.

Tenemos que seguir demostrando que no somos menos, que no valemos menos, que no servimos para menos, que no necesitamos menos y que no queremos menos.

Hoy 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el movimiento feminista, anti-capitalista, antipatriarcal, antiautoritario y ecologista mantenemos la lucha por la igualdad efectiva, nos manifestamos, nos hacemos visibles en las calles de Burgos para gritar alto y fuerte, ¡BASTA! y emulando a nuestras predecesoras exigimos:


Políticas económicas que pongan en el centro el bienestar de las personas.

Políticas ambiciosas de prevención de la violencia machista y de protección a las víctimas. Aborto libre y gratuito, fuera del código penal.

Completo reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres.

Un sistema educativo laico, público, que fomente la coeducación, la convivencia en el respeto y la igualdad, que incorpore en el currículum las aportaciones de las mujeres a lo largo de la historia.
Participación efectiva en igualdad de condiciones en todas las esferas de la vida, en todos los órganos de participación y decisión política, económica, social o laboral.

Reconocimiento e inclusión de las necesidades específicas de las mujeres en todas las políticas públicas, así como de las reivindicaciones feministas.

Igualdad en derechos laborales y económicos en el ámbito laboral.

Reparto de las tareas de cuidados entre ambos sexos y el reconocimiento y la corresponsabilidad social de los mismos.

Y una cultura igualitaria, antipatriarcal , antiautoritaria, feminista y ecologista, que no segregue por géneros y no cosifique el cuerpo de la mujer.

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