La mañana del 14-febrero las
mujeres de Burgos aprovechamos no para celebrar San Valentín sino para
manifestarnos una vez más en contra de la ya famosa contra reforma de la ley
del aborto más conocida como Ley Gallardón. Un grupo de
aproximadamente 40 personas (en su gran mayoría mujeres y algún hombre) entre
las que se encontraban dos mujeres de Izquierda Anticapitalista, nos reunimos a
las puertas del Registro de la Propiedad
en la Calle Julio Sáez de la Hoya. El objetivo: registrar nuestros cuerpos como
propiedad para “simbolizar” que nos pertenecen a nosotras y por tanto somos las
únicas que podemos decidir sobre su destino. Allí se entonaron cánticos
preparados para la ocasión, se realizaron algunos improvisados bailes y le
dedicamos al Sr Gallardón algunas consignas. Estamos hartas de que a pesar de
las grandes críticas que existen ante la ley, el Partido Popular con la
arrogancia a la que nos tiene acostumbradas ha decidido llevar adelante la
contrareforma aprovechándose de la “falsa mayoría” que tiene en el Congreso.
Tras un primer intento de registro en este edificio nos dijeron que estábamos
en el lugar equivocado ya que sólo atendían registros de bienes inmuebles, y
nuestro cuerpo es un bien mueble (y tanto!), así que nos dirigimos a la Plaza España
al Registro Mercantil. En el portal el primer contra tiempo, el portero nos
dice con un tono poco amable que no podemos subir todas. Decidimos hacer caso
omiso de sus palabras y subimos hasta el séptimo piso. Allí las compañeras
improvisan una hoja-formulario que se encargan de fotocopiar para todas, en la
que escribiríamos nuestro nombre y apellidos, el bien a registrar y los
motivos. Cada cual libremente rellena el formulario y junto con su copia la
entregamos para finalizar la acción. Las empleadas nos sellan nuestra copia
quedándose ellas otra para “realizar el trámite”. Las mujeres dejamos decorada
la sala en tonos morados y sobre todo dejamos una lección de dignidad. Al
marcharnos de nuevo tropezamos con el portero del edificio que ante el ruido de
explotarse un globo (sin querer) en el portal, se dirige a una de las
compañeras con los apelativos de: “puta” y “cerda”. Las mujeres reaccionamos al
respecto y sobre todo reflexionamos que largo es el camino, no sólo para que
los legisladores saquen sus leyes burguesas de nuestros ovarios sino para que
muchas personas de a pie puedan unirse a nuestra lucha porque no estamos
“locas” ni somos unas “...” sino mujeres que luchamos contra toda forma de
explotación, por nuestra dignidad y libertad. ¡Mi cuerpo es mio y yo decido!
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