El viernes pasado, el gobierno del PP -con el ministro Wert al frente- decretaba una nueva de la ordenación académica en la universidad, el conocido como 3+2. No nos coge por sorpresa a las y los estudiantes, ni se da de manera aislada. Se trata de otra pieza más de políticas de corte neoliberal contra las clases populares que impone el fanatismo basado en la auteridad del gobierno en nuestro país desde que inició la crisis. Una reforma que restringe el derecho a la educación y tendencialmente, promueve la privatización de la misma.
Nos encontramos en un contexto en el que quiénes estudiamos, tenemos que superar una zancadilla tras otra, de los que intentan echarnos de la universidad. El ascenso de las tasas universitarias en el 2009, que disparó los precios de las matrículas y multiplicó el de las segundas y posteriores; el endurecimiento de los requisitos para obtener una beca, y la bajada de la cuantía de las mismas, y ahora esta reforma, emarcada bajo la medida de la Estretegia Universidad 2015. Todas ellas siguen la misma lógica, imponer trabaseconómicas que expulsen a la juventud de la universidad. Con esta reforma, la formación que anteriormente se daba a precio de licenciatura, ahora se da a precio de master, mucho más elevados, oscilando entre 1500€ y 10000€ tan solo en primera matriculación. Además, existe una mayor participación de universidades privadas o centros privados vinculados a la pública en la docencia de los mismos, menos plazas que en los grados y más dificultades para acceder a becas. Estamos asistiendo a un proceso de reconversión administrativa de la formación universitaria, promovida desde las empresas y tutelada por el Estado.
El aumento de los años de formación de masters, también se abre la puerta a que se aumenten el número de horas de prácticas laborales de los mismos. Dichas prácticas"obligatorias" ya se están utilizando por parte de las empresas para explotar las capacidades productivas del estudiantado, precarizando las condiciones y donde la invisibilización del trabajo permite a los empresarios generar un mercado de subempleo muy rentable para sus negocios.
Desde el gobierno del PP utilizan el argumento de que esta medida nos homologará con Europa, favoreciendo la movilidad, nada más lejos de la realidad. El gobierno ni siquiera habla de implantarlo en todas las universidades, solo en aquellas que quieran. De tal manera que no solo no nos iguala con Europa, sino que en nuestro propio Estado tendremos la misma titulación en unas universidades con 180 créditos (3 años) y en otras con 240 (4 años). Además de que esta propuesta ni siquiera garantiza la adecuación de grados y masters al Marco Europeo de Cualificaciones, por lo tanto difícilmente se puede utilizar la movilidad como argumento, por supuesto señalando el recorte de las becas de movilidad europea "erasmus".
Esta reforma es un paso hacia adelante en la senda del plan Bolonia aprobado por el PSOE 2007 (y anteriormente, la LOU), que abre el camino para la mercantilización de la educación. Ahora el gobierno del Partido Popular, de manera precipitada, intenta implantar esta reforma para el próximo curso. Asustado por los movimientos de autoorganizaciónpopular y de cambio político, pretende cumplir los deberes con los mercados antes de acabar la legislatura. No es casualidad, que el decreto se haya aprobado cuando la gran mayoria de las universidades estan de exámenes y con la unanimidad del rechazo a la misma por parte de la CRUE (rectorados) y la comunidad universitaria.
Ante esta reforma, los y las estudiantes proponemos trazar una agenda de movilización potente, flexible y compartida que nos permita reconstruir un movimiento estudiantil a la altura, impregnado por los conflictos sociales y consciente de los puntos débiles de un gobierno replegado en si mismo y presionar para impedir que esta reforma llegue a aplicarse.
Construir poder popular desde las facultades y escuelas en este momento histórico es responder a los desafíos de nuestro proyecto educativo. Somos la parte común que merece ganar el derecho a estudiar para la mayoría social, resistiendo a la contrarreforma neoliberal que nos expulsa de donde sólo les generamos problemas. Va siendo tiempo de volver a inundar las calles y teñirlas de verde, es el momento de subirnos al "tsunami educativo" para echar a Wert y conquistar la educación: toca recuperar el derecho a imponer los derechos por encima de los privilegios, toca apostar, sin miedo, por la revolución democrática.
Nos encontramos en un contexto en el que quiénes estudiamos, tenemos que superar una zancadilla tras otra, de los que intentan echarnos de la universidad. El ascenso de las tasas universitarias en el 2009, que disparó los precios de las matrículas y multiplicó el de las segundas y posteriores; el endurecimiento de los requisitos para obtener una beca, y la bajada de la cuantía de las mismas, y ahora esta reforma, emarcada bajo la medida de la Estretegia Universidad 2015. Todas ellas siguen la misma lógica, imponer trabaseconómicas que expulsen a la juventud de la universidad. Con esta reforma, la formación que anteriormente se daba a precio de licenciatura, ahora se da a precio de master, mucho más elevados, oscilando entre 1500€ y 10000€ tan solo en primera matriculación. Además, existe una mayor participación de universidades privadas o centros privados vinculados a la pública en la docencia de los mismos, menos plazas que en los grados y más dificultades para acceder a becas. Estamos asistiendo a un proceso de reconversión administrativa de la formación universitaria, promovida desde las empresas y tutelada por el Estado.
El aumento de los años de formación de masters, también se abre la puerta a que se aumenten el número de horas de prácticas laborales de los mismos. Dichas prácticas"obligatorias" ya se están utilizando por parte de las empresas para explotar las capacidades productivas del estudiantado, precarizando las condiciones y donde la invisibilización del trabajo permite a los empresarios generar un mercado de subempleo muy rentable para sus negocios.
Desde el gobierno del PP utilizan el argumento de que esta medida nos homologará con Europa, favoreciendo la movilidad, nada más lejos de la realidad. El gobierno ni siquiera habla de implantarlo en todas las universidades, solo en aquellas que quieran. De tal manera que no solo no nos iguala con Europa, sino que en nuestro propio Estado tendremos la misma titulación en unas universidades con 180 créditos (3 años) y en otras con 240 (4 años). Además de que esta propuesta ni siquiera garantiza la adecuación de grados y masters al Marco Europeo de Cualificaciones, por lo tanto difícilmente se puede utilizar la movilidad como argumento, por supuesto señalando el recorte de las becas de movilidad europea "erasmus".
Esta reforma es un paso hacia adelante en la senda del plan Bolonia aprobado por el PSOE 2007 (y anteriormente, la LOU), que abre el camino para la mercantilización de la educación. Ahora el gobierno del Partido Popular, de manera precipitada, intenta implantar esta reforma para el próximo curso. Asustado por los movimientos de autoorganizaciónpopular y de cambio político, pretende cumplir los deberes con los mercados antes de acabar la legislatura. No es casualidad, que el decreto se haya aprobado cuando la gran mayoria de las universidades estan de exámenes y con la unanimidad del rechazo a la misma por parte de la CRUE (rectorados) y la comunidad universitaria.
Ante esta reforma, los y las estudiantes proponemos trazar una agenda de movilización potente, flexible y compartida que nos permita reconstruir un movimiento estudiantil a la altura, impregnado por los conflictos sociales y consciente de los puntos débiles de un gobierno replegado en si mismo y presionar para impedir que esta reforma llegue a aplicarse.
Construir poder popular desde las facultades y escuelas en este momento histórico es responder a los desafíos de nuestro proyecto educativo. Somos la parte común que merece ganar el derecho a estudiar para la mayoría social, resistiendo a la contrarreforma neoliberal que nos expulsa de donde sólo les generamos problemas. Va siendo tiempo de volver a inundar las calles y teñirlas de verde, es el momento de subirnos al "tsunami educativo" para echar a Wert y conquistar la educación: toca recuperar el derecho a imponer los derechos por encima de los privilegios, toca apostar, sin miedo, por la revolución democrática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario