A la convocatoria de huelga le ha seguido una brutal represión por parte de la policía con la connivencia de las instituciones académicas. En el día de ayer, la Unidad de Intervención Policial (UIP) entró en masa en el campus de Ciudad Universitaria de Madrid con permiso expreso del rector de la universidad, José Carrillo, interviniendo con una fuerza desproporcionada para desalojar el Vicerrectorado y deteniendo a 54 personas que se encontraban pacíficamente en el interior del edificio. Este hecho está claramente integrado en un intencionado aumento de la represión hacia las protestas que se están viviendo en todos los ámbitos de la sociedad (como la del 22M), producto del marcado carácter autoritario de la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Hoy, las movilizaciones estudiantiles han vuelto a ser reprimidas en otros puntos del Estado, como en Nafarroa, donde se ha detenido a 8 personas.
En Zaragoza, un grupo de 30 fascistas ha entrado en la universidad con palos y piedras con la intención de reventar una charla de Tania Sánchez organizada por la UJCE, justo antes de una concentración en solidaridad con las detenidas en Madrid. Afortunadamente se ha impedido a los asaltantes acceder dentro del recinto, pero varias personas han resultado heridas en el intento. No es la primera vez que algo así ocurre: en septiembre de 2012 un grupo ultraderechista intentó agredir a las personas que acudieron a una charla en la Facultad de Económicas.
Al igual que en Madrid, el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, ha permitido en otras ocasiones el acceso de la policía a los campus, como ocurrió en la pasada huelga estudiantil del 24 de octubre, deteniendo a estudiantes que luchan por evitar la elitización de la enseñanza, contra la entrada de las empresas en la universidad y contra los recortes educativos. Mientras tanto, Gustavo Alcalde (el Delegado del Gobierno en Aragón) permite concentraciones xenófobas y racistas como las que ha protagonizado Liga Joven y Falange Española en los últimos meses.
Desde Estudiantes de Izquierda Anticapitalista repudiamos la actuación de las autoridades académicas que permiten este tipo de actuaciones policiales, y queremos dejarlo bien claro: defender la educación pública no es un delito, los criminales son quienes se llenan los bolsillos subiéndonos las tasas y con el dinero de nuestras becas. Exigimos la liberación inmediata de las detenidas en Madrid y Nafarroa, y mostramos toda nuestra repulsa a cualquier ataque fascista como el vivido hoy en Zaragoza.
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