Transcripción del cierre del mitin de Julia Cámara:
“Hace tres años una compañera que hoy debería hacer estado aquí pero que, por la vorágine política que estamos viviendo, no ha podido venir, dijo algo que nos marcó a muchas de nosotras: “militamos porque así vivimos; tenemos una forma diferente de entender la política porque tenemos una forma diferente de entender la vida”. Esa compañera era Teresa Rodríguez y esas palabras fueron pronunciadas en el rally de cierre del campamento internacional de 2012, el primero en el que yo participé y el último organizado en el Estado Español. Hoy estoy sentada aquí y tengo el placer de anunciaros que, si no hay ningún problema, los campas volverán al Estado Español el año que viene.Quienes militamos en la Cuarta Internacional lo hacemos con la convicción de que el capitalismo, el patriarcado y el resto de sistemas de opresión que se entrelazan en este mundo no sólo construyen y reproducen una realidad social injusta y despiadada, sino que son absolutamente incapaces de hacernos felices.
Frente a un mundo gris, alienante y mercantilizado, las revolucionarias luchamos por una vida que merezca la pena ser vivida, sin opresión de clase, género, etnia, cultura, orientación sexual ni ninguna otra, donde la producción se oriente a solucionar las necesidades humanas y no las del mercado, en convivencia con el medio y estableciendo las relaciones humanas sobre la base de la libertad, el respeto y los cuidados. Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, y una vez al año los campamentos nos dan la posibilidad de decir que ese mundo está creciendo en este instante.
No nos hacemos falsas ilusiones: sabemos que el socialismo no llegará mediante un simple contagio de buenos ejemplos. No es posible “superar” el capitalismo: nosotras queremos destruirlo. Sin embargo, los espacios de experimentación son necesarios para ser conscientes de qué tipo de sociedad queremos construir, para probar nuevas fórmulas y para llevar a la práctica nuestras convicciones. Una vez al año, los campas nos ofrecen un marco en el que ensayar formas diferentes de convivencia y maneras distintas de relacionarnos entre nosotras, prefigurando en cierto modo la sociedad que queremos.
Esto sólo será posible si realizamos entre todas un esfuerzo colectivo, concediendo a los campas la importancia política que realmente tienen, participando en su preparación, aportando contenidos y potenciando la participación en el mismo. Las secciones europeas de la Cuarta Internacional tenemos a nuestra disposición una herramienta preciosa de construcción, formación y debate que muchas otras corrientes políticas querrían para sí: un encuentro anual de cientos de activistas jóvenes procedentes de todo el mundo. Es nuestra responsabilidad aprovechar y construir esta herramienta de manera colectiva, reconociendo y respetando nuestras diferencias y descubriendo y potenciando nuestros puntos de encuentro. Es nuestra responsabilidad avanzar reforzando este proyecto común, plural, mutable y diverso, que es y debe ser la Cuarta Internacional.
Los campamentos deben ser un lugar de aprendizaje, intercambio y experimentación personal y política. Deben estar abiertos a todas aquellas personas que quieran aprender de lo que nosotras podamos aportarles y que quieran aportar conocimientos y experiencias. Deben ser útiles para la coordinación de luchas concretas a nivel internacional, porque si el capital ataca de manera coordinada la respuesta de nuestra clase debe ser también lo más amplia posible. Deben adaptarse a las necesidades de cada momento político, siendo útiles tanto para la intervención en los diferentes contextos históricos y políticos estatales y regionales, como para el debate estratégico más amplio. Deben incorporar la voz de los diferentes colectivos en lucha y deben ser un espacio cómodo para todas aquellas activistas sociales que quieran conocer nuestras posiciones políticas.
Desde Anticapitalistas nos ofrecemos para intentar crear este espacio el año que viene, organizando la 33ª edición de los Campamentos Internacionales de Jóvenes Revolucionarias en el Estado Español. Lo hacemos con ilusión y con seriedad, conscientes de que la responsabilidad es grande pero decididas a asumirla. Tomamos pues con orgullo el relevo de las compañeras de la LCR, que después de 25 años han conseguido traer de nuevo los campas a Bélgica organizando una edición maravillosa. Gracias de corazón por el trabajo realizado, esperamos ser capaces de estar a vuestra altura.
En un momento histórico en el que crecen las periferias y se reducen los centros, las periferias respondemos organizándonos para dar la batalla, desde los márgenes y desde todas partes. Nos vemos el año que viene en los márgenes de Europa.
¡El mundo va a cambar de base, las nada de hoy todo han de ser!”
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