Después de todo tipo de maniobras dilatorias y extorsionadoras por parte del gobierno del PP, parece que ya está decidido aprobar el nuevo anteproyecto. Con el cálculo suficiente, y no demasiado, para que se haga el primer debate antes de las vacaciones de julio, y la aprobación final antes de finalizar el año. Todo calculado a fin de que las elecciones municipales –y autonómicas en algún caso- no se vean contaminadas por las posturas de la derecha ultraconservadora, a ver si deja de perder votos. Pasado el efecto Europa, el gobierno hace como que ha salido fortalecido y actúa como si siguiera teniendo mayoría, que ya no. En nuestro territorio, y para consuelo, nunca la tuvo. Tampoco en otros, que ya se han posicionado en contra de esta ley.
La
modificación.
El nuevo
anteproyecto lo van a presentar desde el gobierno como un intento
renovado del consenso del año 1985, y además con algunas
concesiones para el sector crítico –el suyo- pues incluye el
supuesto de malformación del feto como causa para realizar una
interrupción voluntaria de embarazo (IVE).A la espera de tener el texto completo y realizar una lectura más asentada, comento las cosas más importantes de la propuesta, que esencialmente es la misma presentada aquel viernes de diciembre.
Cabe decir que
la modificación que se nos presenta ahora como recogedora de otras
opiniones, que es la introducción de la causal malformación de
feto, no es tal. Efectivamente, ya existía en el proyecto anterior,
sólo que en cuanto a los requisitos exigía la concurrencia con otra
causa de salud síquica de la mujer. Vano intento era, pues el causal
salud ya está recogido como supuesto, así que, de encontrarse en
este caso de malformación, muchas mujeres podrían recurrir
simplemente a una única causa de salud, procedimiento seguramente
más sencillo.
Ante la ola de
protestas e insumisiones por parte de un sector muy amplio de
especialistas de la salud mental, las aguas han vuelto a su cauce.
Una cosa es la salud de la mujer, y otra bien distinta es la
malformación del feto, supuesto recogido tradicionalmente en la
legislación desde el año 1985, que tiene su propia causalidad y su
propia definición. Tratar de subsumir un supuesto dentro de otro, es
jugar demasiado con el supuesto de las mujeres que se trastornan
cuando tienen una criatura con malformaciones no querida. No es un
tema de salud de las mujeres. Es más simple: es un asunto de la
decisión libre y voluntaria de la mujer de no tener una criatura no
deseada, por las razones que ella decide.
Habrá que leer
la concreción del texto para situar exactamente el alcance de este
supuesto y analizar los requisitos y las definiciones que se
requieren, pues una vez más, y de la mano de este gobierno, nos
tememos lo peor.
Señalado lo
anterior, resumo las dos causas más importantes que nos hacen
rechazar este anteproyecto de ley.
La causa
fundamental de oposición es por la desaparición del supuesto
principal de práctica de la IVE, que es a petición de la mujer. Así
sin más. Dentro del período de catorce semanas de embarazo –que
en otros países del entorno europeo es más amplio- las mujeres
deciden voluntariamente la interrupción de su embarazo sin tener que
alegar ninguna causa más, ni depender del juicio o el examen de
tercera persona. Tan simple y tan eficaz que el supuesto, vigente la
ley actual, recoge el 95% de los casos aproximadamente. Este es el
debate principal y el desacuerdo mayoritario. Las mujeres deciden.
El segundo
aspecto que nos hace rechazar de plano esta anteproyecto es su
postura ante la ley vigente de salud sexual y reproductiva. En toda
la exposición de motivos, y en el articulado mismo, no se escribe ni
una sola letra, ni se cita ni siquiera de pasada, todo lo que se
refiere a los derechos sexuales y reproductivos y a las políticas de
educación sexual, de prevención de embarazos no deseados, de
anticoncepción.... Es decir, se está legislando sólo sobre la IVE
y sus supuestos legales y sobre la penalización de los supuestos
ilegales. Sin embargo, y como de forma vergonzante, allá por el
final, aparece una disposición derogatoria única, en la que lisa y
llanamente se dice que se deroga la ley 2/2010. Esto simplemente es
inaceptable, pues se trata de eliminar toda la línea educativa y de
orientación sexual de la legislación. Es decir, se deja sin
cobertura la aplicación y el ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos por parte de las mujeres. Ello equivale a que no hay
base para exigir políticas públicas en este ámbito.
La
contestación
Quizá sea por
el momento de reivindicación y movilización que estamos viviendo;
quizá porque generaciones jóvenes han irrumpido en el espacio
público; quizá porque estamos viviendo por encima de las
posibilidades que nos quieren imponer lo del PP.... Lo cierto es que
la contestación frente a este anteproyecto ha sido y está siendo
impresionante.
En la forma, una
movilización abierta, plural, alegre, callejera, combativa,
reivindicativa, irreverente, radical, auto-afirmativa,... está
recorriendo nuestras calles. Cada vez más la expresión callejera
está superando los corsés que se nos quieren imponer. Nos vemos en
las calles, es el saludo habitual. Se ocupa el espacio y se
visibiliza la protesta... Bien!!!! Profundizamos en la recuperación
de los espacios secuestrados. Además, la gente se siente a gusto. Se
baila y se canta en la calle. Qué potencia el flash-mob de
Iruñea en la manifa del 5 de abril. Era evidente que el eslogan de
“nosotras decidimos” estaba tomando cuerpo ahí mismo.
Por otro lado,
en los motivos de la discrepancia, es asombroso ver la utilización
de los argumentos más radicales y contundentes en los debates y
discusiones que se están dando. Una línea argumental que va directa
a los cuerpos de las mujeres y a su soberanía; a la decisión libre
y voluntaria de las mujeres en todo lo que se refiere al placer, la
sexualidad, las opciones sexuales, la maternidad, la no maternidad,
las condiciones en las que se produce la reproducción; la no
injerencia de terceras personas en la libre decisión; la asunción
por parte de la administración pública de la garantía de los
derechos sexuales y reproductivos,....
Esto, sin duda
tiene mucho que ver con el hecho de que ya muchas mujeres están
decidiendo en cada momento y ejerciendo sus derechos sexuales y
reproductivos con cierta facilidad. Señalando siempre los límites
de la legislación actual que golpea a los sectores más fragilizados
y privatiza en extremos las prácticas de la IVE. Seguramente que
millones de mujeres jóvenes no ven ninguna explicación a esta nueva
propuesta del gobierno pepero, salvo la de que nos quieren
imponer una nuevo modelo de feminidad-maternidad. Sin más y por el
morro y en base a sus creencias religiosas y a su ideología rancia y
ultraconservadora.
A mí me parece
que en la base de esta protesta articulada desde el movimiento
feminista está la creencia absoluta de que nosotras sí podemos
decidir sobre nuestros cuerpos, y de hecho ya estamos decidiendo.
Tengo la sensación de que una nueva movilización desobediente e
insumisa está recorriendo el movimiento. Y no estamos solas en la
desobediencia. Estamos tejiendo redes y trabajando en auzolan.
Tenemos enfrente una tarea política colectiva de primer orden. Nada
menos que estamos luchando por la libertad de nuestros cuerpos.
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