Por OKDE-Spartakos, sección griega de la IVª Internacional, miembro de Antarsya
Traducción: Tomás F. Peña. IZAR-Granada
“Al fascismo lo aplastan las luchas de clase”
Tres años ha pasado del asesinato del músico antifascista Pablos Fyssas a manos del miembro de Amanecer Dorado Giorgos Roupakiás en Keratsini, la noche del 18 de septiembre de 2013. Sin embargo antes de llegar al asesinato, ya le habían precedido – siempre con la espalda cubierta por el estado – el ataque contra los sindicalistas del PAME (sindicato del KKE) en Pérama, el asesinato de Sachzat Loukman, el ataque a pescadores egipcios y otros centenares de ataques de batallones a inmigrantes, activistas y homosexuales.
Han pasado ya tres años, y debido a la ejemplar obstrucción del poder judicial, el juicio a los neonazis de Amanecer Dorado todavía no se ha completado. Los mismos asesinos andan libres y la justicia, habiendo agotado toda su severidad en la persecución de anarquistas y otros militantes, fue y es escandalosamente indulgente con ellos. Amanecer Dorado trata de dar una imagen de partido político legal que es perseguido por sus ideas.
La continuación del juicio, su transferencia al Tribunal de apelación de Atenas y la acusación de cargos relacionados con una organización criminal puede ser un primer paso para una reivindicación temporal de los familiares y amigos de las víctimas. Sin duda es una importante conquista del movimiento antifascista que continúa luchando sin tregua desde hace tiempo para aplastar el fascismo.
Nos encontramos en un periodo de rápida agudización de la crisis, con el gobierno Syriza-ANEL aplicando una dura política de austeridad, dificultando aún más la vida de las y los trabajador@s y desemplead@s. A nivel internacional, este mismo periodo se pinta con el color negro de la guerra en Oriente Medio, de la guerra civil y las intervenciones imperialistas en la región de Siria, con el desarraigo de miles de refugiad@s de sus hogares y la reactivación de la amenaza fascista que rechina los cimientos de las democracias burguesas en toda Europa.
La extrema derecha no duda en construir su propaganda en base al racismo, la homofobia y la islamofobia. Ciertamente el hilo se desarrolla desde las propias “democracias”, con los ejemplos básicos que declaran el “estado de emergencia” en Francia y Bélgica, la prohibición del burkini en las playas francesas como indicación del extremismo, la propaganda de los medios de comunicación de Alemania de las violaciones por refugiad@s, la privación de derechos básicos de las y los refugiad@s en los países de “acogida”, etc.
Frente al veneno del racismo que se vierte sin frenos, se encuentra el movimiento antifascista y antirracista que apoya las demandas de refugiad@s e inmigrantes contra el vergonzoso acuerdo de la UE con Turquía, un movimiento de solidaridad que se refuerza a diario y a través de estructuras autoorganizadas (ocupaciones de viviendas, iniciativas colectivas municipales, etc). Por mucho que gire el gobierno contra este movimiento con represión, desmantelando las ocupaciones de vivienda y prohibiciones de salida de voluntarios de los campos de concentración, no va a lograr nada pues esta lucha es más consciente que nunca.
Solo a través de la solidaridad internacionalista la clase trabajadora puede desplegar su enorme fuerza. La lucha común de las y los oprimid@s es la que aplastará tanto la amenaza fascista como a la burguesía con el conjunto de sus instrumentos, cuestionando su poder. La unidad nacional que firmó y defiende Syriza con todas las fuerzas políticas es una estafa, sobre la cual se construye odio y alienta el espacio a la amenaza fascista. A ésta respondemos con más lucha antifascista contra el fascismo, la guerra y cualquier forma de opresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario