La lucha como único camino |
Por Oscar Domingo
El estado español vive en un limbo
desde el verano. La aritmética parlamentaria ha sido caprichosa: es
la primera vez en democracia que ninguno de los dos partidos que
durante décadas se han turnado en el gobierno está en condiciones
de formarlo.
El PP ha resistido el envite de la
crisis, la corrupción y el hastio generalizado. EL PSOE ha detenido
con brusquedad una perdida de votos importante, un proceso de
PASOKización que parecía destinado a convertirles en un partido no
decisivo a nivel parlamentario.
La irrupción de Ciudadanos en el
tablero con su apuesta de derecha populista contribuye a salvar el
Régimen del 78, un status quo en cuestión desde el 15M y el periodo
de luchas y tensión social que inició a espejo de las revueltas
árabes. Pero no solo desde la derecha se ha lanzado un flotador al
bipartidismo, a la monarquía y al unionismo españolista
representado por el PPSOE: Unidos Podemos, suma (que ha restado) de
Podemos e IU-Unidad Popular, llega a la escena pública escenificando
una apuesta por la unidad basada en un acuerdo de mínimos que dejaba
fuera por completo los ejes principales de lucha contra la crisis
capitalista, el imperialismo o la puesta en tela de juicio de la
monarquía borbónica.
Así, no solo el discurso quedaba
diluido en la pelea contra la crisis que venimos padeciendo las
trabajadoras desde hace más de 8 años, sino que la esencia del 15M
y de los años de movilización que lo siguieron, esto es, el
reconocimiento de que tanto el PSOE como el PP eran dos caras de la
misma moneda, el famoso “PSOE,PP, la misma mierda es”, también
fue apartado del imaginario político.
Ya estábamos acostumbradas a que los
dirigentes de Podemos cambiaran las ideas que defienden según les
conveniera, pero ahora también se ha sumado Alberto Garzón,
llamando al PSOE a formar un gobierno “progresista” y/o “de
izquierdas” en repetidas ocasiones...El PSOE del pensionazo, las
reformas laborales, el avalista de la monarquia parásita y corrupta,
el que vota junto al PP todos los grandes temas, el PSOE del artículo
153 que consagra el pago de la “deuda” por encima de los
servicios sociales, el que legalizó las ETTs y que es culpable y
cómplice de la precariedad /semiesclavitud laboral que padece la
clase obrera...ese PSOE ¡es ahora un aliado! Quieren pues gobernar
con él, y en ese camino tragamos con lo que toque: desde colocar de
cabezas de lista a generales OTANistas, a legitimar a la monarquía
heredera del franquismo, a pagar la deuda pública que
se originó rescatando a la banca privada, y
haciendo que las trabajadoras paguemos con nuestras vidas y nuestros
derechos al crisis que ellos
crearon. Todo les vale cuando no les cuadra la aritmética
parlamentaria.
Pero no solo hay que mirar hacia Ciudadanos y Unidos Podemos para
entender el momento en que vivimos. La ausencia de los sindicatos
mayoritarios de las luchas defensivas de los últimos años merced a
su política de connivencia con los poderosos, la debilidad de los
minoritarios (que no obstante han dado batallas dignamente), las
taras que arrastró el 15M (como el rechazo a cualquier forma
partidaria y a los sindicatos), la ausencia de grandes victorias
estructurales (parciales y localizadas hubo muchas: Gamonal, Marea
Blanca en Madrid, Barrenderos, auge de la movilización feminista...)
contribuyeron al cansancio general, a la apuesta por el “cambio
mediante el voto”, a la recomposición del Régimen y sus partidos
y a una “sensación térmica” de lo inevitable, del fin del
ciclo. Las organizaciones de la izquierda radical, por su parte, se
dividieron en varios sectores; unas apoyaron y se integraron (y
permanecen) con mejor o peor resultado dentro de Unidad Popular,
otras en Podemos y otras hicieron experiencias dentro de un bloque u
otro y hoy día se encuentran fuera.
No Hay Tiempo Que Perder
(NHTQP)
Dentro de ese sector se encuentra
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR. La mayor parte de
quienes la integramos hicimos la experiencia política dentro de
Podemos y abandonamos sus filas en algún momento de la deriva
política y antidemocrática de esta formación. Junto a otras
organizaciones y militantes a título individual lanzamos hace mas de
un año No Hay Tiempo Que Perder, un espacio político plural y
unitario desde el que pretendemos conformar una opción política que
ponga sobre la mesa un programa de ruptura con el Régimen del 78 y
sus instituciones, que levante un programa de salida de la crisis
favorable para la clase trabajadora y que sitúe en primer termino
aquellas reivindicaciones que Unidos Podemos ha abandonado en su
discurso y sus práctica real: el impago de la deuda, el reparto de
la riqueza con la reducción de la jornada laboral sin reducción
salarial, la prohibición de los despidos en las empresas con
beneficios, la derogación del pensionazo y de las reformas
laborales...
Somos conscientes de que el camino que
señalamos es pedregoso y minoritario, pero mas aún que la única
via para revertir los recortes sociales que estamos padeciendo (y los
que vendrán) es construir una alternativa política con unos ejes
políticos que no busquen atajos y levanten un programa político y
de lucha al servicio de la clase trabajadora. Ese, y no otro, será
el camino para hacer que la crisis la paguen los ricos. Sus pactos
para que no cambie nada,la lucha para cambiarlo todo.
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